La atracción física puede surgir en cualquier momento en una relación de mejores amigos, porque la creencia de que realmente es posible establecer un vínculo estrecho de amistad entre personas de sexo opuesto sin que haya atracción física, aún está en duda. as mujeres ponen en duda esa amistad, pues su condición de mujeres les deja saber que en la mayoría de amistades que han establecido con el sexo opuesto, siempre hay un interés de por medio y los sentimientos de él son evidentes a la vista de una mujer por muy lejos que estéis.

Y en el caso de los hombres hay quienes aceptan con mucha claridad el papel de amigo, pero otros no lo tienen tan claro y al final se les acabará notando. Las mujeres saben perfectamente (por su sexto sentido) qué pasa por la cabeza del hombre y ésta será una de las cosas que se percaten. No obstante, si su postura no es distante, ni nada cortante, quizá esa amistad se convierta en algo más…

Y es que ser el mejor amigo va mas allá de compartir, porque es estar ahí para escuchar al otro, aconsejarlo, saber identificar sus errores, consolarle en los momentos difíciles, darle ánimos para seguir adelante ante los problemas y compartir las alegrías y tristezas. Cuando se trata de dar un consejo o resolver un problema, los hombres suelen ser más prácticos, de modo que esto le da a la amiga una perspectiva diferente de las cosas.

Así como los hombres son más directos a la hora de dar consejo, las mujeres son más sensibles y en laguna ocasión puede que la amistad se confunda. No obstante, la mujer es quien desde un principio y a lo largo de la relación pone la pauta al respeto mutuo y el límite que se establece marca la diferencia entre una amistad sana y una relación más allá de este sentimiento sin interés.

Si realmente existe o no un interés adicional a una simple amistad, puede ser una cuestión que varía según la situación. Gema pensó tener una persona que creía era su mejor amigo y resulto en ser el amor de su vida. Después de más de treinta años de una matrimonio feliz, confiesa que desde que inició la amistad con su esposo Jaime, sabía que había algo más que una simple amistad de mejores amigos.

Así, Gema, a punto de casarse con otra persona, rechazó y decidió casarse con Jaime, para poder estar con su mejor amigo. En todo este tiempo de amistad Gema se había enamorado de él y Jaime de ella, pero nadie quiso comentar nada por miedo a arruinar la amistad. Increíble ¿verdad?

Gema se sentía cómoda con él. Con Jaime podría reir, llorar, hablar de cualquier cosa. Con su mejor amigo podría ser ella misma. Muchas personas creen que por el hecho de conocer tan a fondo a una persona es imposible enamorarse de ella, pero no lo es. El problema es no querer aceptar un sentimiento tan fuerte. Concluyendo: si puedes enamorartede tu mejor amigo, hazlo. Serás más feliz que nadie, y tendrás a tu lado a una persona que sabes, de sobra, que podrás confiarle lo que quieras.